lunes, 30 de septiembre de 2013

Cata de vino. 3. El Gusto

Después de haber estudiado la fase visual y la olfativa, pasamos a estudiar el gusto.  

3. EL GUSTO

El vino toma sentido cuando lo introducimos en la boca. Aparecen un montón de estímulos diferentes positivos y negativos, de ahí que nuestra respuesta más común sea: "pues está bueno o por el contrario, esto está malo". 

Con este cursillo, entenderemos que es eso que puede estar bueno y/o malo. 

Lo primero en lo que pondremos atención es en el GUSTO, al pasar el vino por la lengua, esta, nos da información relevante sobre el DULZOR, la ACIDEZ y el AMARGOR (ordenados según el paso del vino). 



3. a) DULZOR. Nos informa principalmente de la cantidad de azúcar. Generalmente, tipo y maduración de la uva.
Aunque también el alcohol y los "retronasales" (aromas en la boca) de fruta y confitería, nos "engañan" dando sensación de dulzor.

Se detecta en la punta de la lengua. Cuando la sensación "dulce" es imperceptible o ligera, hablamos de vinos secos. Cuando es reconocible o marcada, hablamos de vinos abocados o dulces (dentro de los vinos tranquilos, no confundir con la categoría de vinos dulces). 

3. b) ACIDEZ. La acidez da viveza y frescor al vino. Se asocia a uvas sin madurar y algunas variedades concretas. Cuando un vino es ácido, se dice que puede responder bien al paso del tiempo (actua como conservante). 

Se detecta en los laterales de la lengua. La acidez puede ser ligera, reconocible o marcada. Sus categorías, se reconocen fácilmente, pero cuidado con la temperatura de servicio. 

3. c) AMARGOR. Nos indica el tipo y cantidad de tanino (colorante de la uva) y en algunos casos nos habla del paso del tiempo. 

La sensación se reconoce al final de la lengua y tiene similitudes con la de tomar un café. Su sensación, al igual que la acidez, puede ser ligera, reconocible o marcada. 

TÉCNICA para reconocer el gusto: ponemos 2 o 3 cl sobre la lengua y los hacemos pasar por todo lados. Lo ponemos en la punta (dulzor), dejamos que caiga debajo de la lengua (acidez), y lo llevamos hasta el final de la boca (amargor). Después lo escupimos o tragamos. Tendremos la lengua "palpitante" y llena de información. 

CUIDADO: el dulce, el ácido y el amargo, se neutralizan enfriando el vino, y aumentan al beberse caliente. Así que, cuidado, tenlo en cuenta para dar tu valoración. 

¿Lo has entendido? Genial, ya sabes el tercer paso, eso es en lo que te debes fijar nada más verter el vino en la boca, en EL GUSTO, SU DULZOR, ACIDEZ Y AMARGOR. 

El próximo paso en el que te tienes que fijar, será el TACTO EN LA BOCA.

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